jueves, 14 de julio de 2016

La sombra

La sombra: tus partes ocultas




Cuanto más acepte mis partes ocultas, más aceptaré las partes ocultas del otro.
Integrar la sombra implica aceptar las cualidades de las cuales no nos enorgullecemos y, por otro lado, reconocer aquellas cualidades que nos abren nuevas posibilidades de ser y que no sabíamos que teníamos.
En palabras de Carl Gustav Jung (psicólogo y psiquiatra) “la sombra representa cualidades y atributos desconocidos o poco conocidos del ego tanto individuales (incluso conscientes) como colectivos. Cuando queremos ver nuestra propia sombra nos damos cuenta (muchas veces con vergüenza) de cualidades e impulsos que negamos en nosotros mismos, pero que podemos ver claramente en otras personas”.
La sombra son los aspectos inconscientes u ocultos de una persona que no reconoce o que están reprimidos. Esto se puede atribuir tanto a los aspectos negativos como a los positivos. Por ejemplo, cuando admiramos a alguien por su carisma, podemos reconocer esa cualidad en el otro porque realmente la tenemos en la sombra.
Si por ejemplo, detestamos que el otro sea muy pesad@ es porque nosotros también lo somos (quizás en otro ámbito de la vida o incluso con la misma persona) aunque nos cueste reconocerlo.

Descubrir la sombra
La mejor manera de saber qué cualidades tenemos “escondidas” es a través del mecanismo de la proyección, que consiste en observar nuestras tendencias inconscientes a través de otras personas. El otro pasa a ser nuestro espejo más fiel (no perfecto, sino verdadero).
Todo aquello que el otro representa para mí, tanto positiva como negativamente, es un claro reflejo de lo que yo soy.
El trabajo individual consiste en detectar, observar, reconocer y aceptar aquello que está en mi sombra. Cuanto más acepte mis partes ocultas, más aceptaré las partes ocultas del otro.
Para hacer la sombra más práctica y tangible, te propongo que hagas una lista de las 5 cualidades que odias en los otros y las 5 cualidades que admires en los demás.
Cuando acabes, observa con qué cualidades te identificas. Es posible que te reconozcas muy levemente en ellas o directamente en ninguna.
Te invito a que durante un día observes si alguna de esas cualidades, tanto las odiadas como las admiradas, se manifiestan en ti en alguna situación o acción. Si en un día no es suficiente, propóntelo durante 3 ó 4 días o incluso una semana.

Integración

Integrar la sombra implica reconocer y trabajar ambos lados: aceptar las cualidades de las cuales no nos enorgullecemos y, por otro lado, reconocer aquellas cualidades que nos abren nuevas posibilidades de ser y que no sabíamos que teníamos.
Cuando uno aprende a reconocer su sombra deja de proyectar hacia el exterior y empieza a responsabilizarse de lo que es.
Y cuando integro todo lo que soy, me vuelvo más accesible, libre y auténtico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario