Creencias limitantes: recupera tu poder personal
Potencia la libertad de Ser con autenticidad
Las creencias son aquellos pensamientos a los que estamos unidos desde
hace tiempo. Puede haber creencias limitantes o creencias potenciadoras.
En este artículo hablaremos de las primeras y cómo podemos cambiarlas
en tan sólo tres pasos: identificación, cambio e integración.
Si nos comprometemos a cambiar y seguimos estas pautas durante 21 días
seguidos (aunque últimamente se necesita más tiempo, mínimo 40 días), el
inconsciente grabará esta nueva creencia y comenzará a formar parte de tus
valores y tus hábitos.
Las creencias limitantes no nos dejan avanzar, son pensamientos tan
arraigados en nosotros que ni siquiera los ponemos en duda y actuamos acorde a
ellos.
Por ejemplo: “Soy una persona tímida, no sé expresarme”. Éste es un
pensamiento que limita nuestra manera de ser y de estar en el mundo. No nos
damos la posibilidad de ser de otra manera y nos presentamos a los demás así,
“siendo tímido”.
La vida se torna aburrida teniendo etiquetas.
Nos percibimos como “tímidos” “introvertidos” o “serios”. No nos damos
la oportunidad de experimentar la otra polaridad de estas etiquetas:
“extrovertido” o “alegre”.
Porque cuando existe “un alegre” también existe la otra cara de la
moneda que es “el tímido”, lo único es que la cualidad que no experimentamos
está en la sombra, a la espera de ser vivida.
Identificación
Te propongo que reflexiones
sobre al menos una creencia sobre ti mism@.
Sé que es difícil pensar en ser
de otra manera, pero sino lo hacemos tendemos a fijarnos una manera de ser y
ahí entra la neurosis: en la rigidez.
Lo natural sería Ser,
simplemente. Podemos adaptarnos a cualquier circunstancia o situación
dependiendo del contexto. A veces seremos serios y otras veces alegre,
dependiendo de cuando toque. O a veces “toca” escuchar en vez de hablar.
Cuando nos fijamos en una manera de ser, cuando no nos permitimos ser
de otra manera, es cuando viene el sufrimiento y el aburrimiento de la vida.
Es como si estuviéramos encasillados en una caja cuadrada y nos hayan
dicho que no podemos salir de ahí. Ahoga.
Cambio
Una vez identificada esa creencia limitante, cámbiala por una
potenciadora. Por ejemplo: “Me cuesta mucho ganar dinero” por “El dinero entra
en mi vida fácilmente”.
Al principio cuesta e incluso es posible que ni siquiera te creas lo
que estás diciendo. Aún así, haz “como si” creyeras en esa nueva idea.
Recuerda que el inconsciente no diferencia lo real de lo ficticio, por
lo que puedes inculcarle ciertos valores y creencias que ahora mismo elijas.
Cuando comenzamos a elegir lo que queremos para nuestra vida es cuando
recuperamos nuestro poder personal. Hasta entonces nos regimos por aquellos
pensamientos que están dentro de nosotros desde hace mucho tiempo.
Una vez identificada la creencia limitadora y cambiada por una
potenciadora, podemos hacer lo mismo con cualquier pensamiento de diferentes
áreas de nuestra vida: amor, salud, dinero, profesión, amistades, poder…
Integración
A partir de aquí sugiero repetir
esta nueva creencia antes de levantarte por la mañana, para empezar el día con
pensamientos positivos y subir nuestra vibración energética. Y acostarse
también repitiéndola.
Si en algún momento del día te das cuenta de que actúas conforme a la
antigua creencia, no te apures, es normal. Cuesta cambiar de hábitos y más si
son mentales.
Si te das cuenta es el primer paso. Puedes volver a repetir la nueva
creencia potenciadora.
Cuando alguna persona viene a mi consulta, a veces le hago escribir
todas las creencias que tiene sobre cualquier área de su vida para así trabajar
sobre ellas y darle espacio a nuevas maneras de actuar. Potencio la libertad de
Ser con autenticidad.
Recomiendo esta tarea durante 21 días seguidos mínimo, aunque como ya
he dicho antes, mejor si son 40.
Después, el inconsciente graba esta nueva creencia para que forme parte
de los valores, creencias y hábitos de la persona.
Tú eliges.
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