By Evanyis
Muchos gurúes de la
autoayuda dicen que hay que aumentar la autoestima, como si fuera fácil…
Pero en realidad el amor por uno mismo es un proceso, lleva
su tiempo, cuando uno pasó mucho tiempo machacándose sin razón por medio de los
miedos, la culpa, los prejuicios, la envidia, las estructuras, las etiquetas,
el rencor, el estrés, etc, etc.
Pero desde que empecé a perfeccionarme con el Reiki y las
medicinas alternativas empecé a darme cuenta de lo mucho que el ser humano se
maltrata.
Nuestro cuerpo físico va acompañado de la llamada Energía
Vital, que se retira definitivamente de nosotros el día que fallecemos. Esa
energía puede verse mermada por muchos factores. El cansancio, la angustia, la
bronca, el resentimiento son algunos de los sentimientos que hacen que nuestra
energía vital decaiga, abriendo poros en nuestra alma y facilitando el
desarrollo de enfermedades.
Edward Bach, el creador de las Flores de Bach, decía que el
desequilibrio en la salud nace de una diferencia entre el Alma y la
Personalidad, para explicarlo de una forma sencilla, el alma viene al mundo con una misión, un
objetivo, y cuando por alguna razón la personalidad (todo aquello que el ser humano
aprende desde el vientre materno) hace que uno se desvíe de ese objetivo, se
abre la puerta a la desarmonía del espíritu, la mente y el cuerpo.
Ante acontecimientos internos, preocupaciones, miedos,
frustraciones, desamores o ante acontecimientos externos, que podemos mencionar
desde catástrofes hasta el molesto tránsito de hora pico, hacen que la energía
vital del cuerpo disminuya, dejándolo a uno cansado, pasmado, inapetente,
desganado. Muchas veces uno no termina de recuperarse, porque duerme mal, come
mal, no hace ejercicio o no tiene momento de relax alguno. Esto es como una
bola de nieve negativa, que no estalla hasta que el cuerpo o la mente se
enferman.
Entre los seres humanos no sólo hay un intercambio verbal o
gestual sino también existe un intercambio energético. Sí, aunque nadie lo
puede ver, salvo contadas excepciones, tanto los sentimientos como los
pensamientos contienen energía. Ni siquiera hace falta una mirada para
enviarle energía a los que te rodean.
Tan sólo se puede hacer con un pensamiento. ¿Qué pasa entonces cuándo estamos
dentro de una oficina llena de gente y al lado de uno se produce una pelea, o
una reconciliación, o alguien cuchichea algo desagradable sobre otro, o te
organizan una fiesta sorpresa????? Sí, exacto, todo eso genera movimientos de
energía positiva o negativa que te influyen. Y así como hay personas propensas
a deprimirse y hay otras que andan por la vida súper optimistas, de la misma
forma hay gente naturalmente dadora o receptora de energía. Parece mentira,
pero nos equilibramos o desequilibramos mutuamente.
El problema surge, como ya mencioné, cuando uno no alcanza a
recomponerse, ya a la mañana uno se despierta cansado, malhumorado, el fin de
semana no alcanza aunque uno se la pase durmiendo. Cuando es estrés te supera,
cuando llegas a tu casa y no querés que nadie te moleste, empezás a sentir que
las cosas no te salen, te ponés susceptible, te la agarrás con tus seres
queridos o no te soportás ni vos…
Éstas son señales de alarma, como si fuera una sirena de
bomberos gritándote ATENCIÓN, ATENCIÓN!!!!! Despertateeeee. ¿Por qué? Porque el
siguiente paso es enfermarte. Puede haber seres más resistentes, pero todo
tiene su límite. Se empieza, por un resfrío o alergia, dolores de cabeza u
otros problemas, pero si no se para, si uno sigue maltratándose, el cuerpo te
va a pasar factura. Si a eso le sumamos, que uno se siente mal porque está
solo, o que los chicos te vuelven loco, o que no te alcanza la plata, se te
rompe un caño, te chocan el auto, te la pasás malhumorado porque tu equipo de
fútbol está jugando mal… Lamento decirte que sos una bomba de tiempo.
Las enfermedades son llamados de advertencia, que te dicen
que es momento de cambiar, de frenar. Tenés que escuchar a tu cuerpo, y cuanto
antes hagas algo para modificar la situación, más fácil y rápida va a ser la
recuperación. No es lo mismo, querer estar mejor cuando uno se siente
relativamente bien, que cuando uno ya está enfermo, y sabemos bien que hay
algunas enfermedades de las cuales muchos no sobreviven.
¿Qué hacemos entonces????? UFFFFF es una pregunta muy
amplia. En Reiki llamamos a estos momentos en los que tu cuerpo estalla como
“Crisis de Sanación”, ya que tu cuerpo te está pidiendo a gritos que lo
atiendas y si sos lo suficientemente inteligente como para darte cuenta, vas a
ver el problema como una oportunidad. Nuestra alma y nuestro cuerpo son
esencialmente sanos, somos nosotros los que complicamos las cosas y los
enfermamos.
La mayoría nos vamos a preguntar, ¿Por qué a mí? Y la
repuesta sería, ¿Por qué a vos no? ¿Por qué no tomás esto que te pasa como una
oportunidad o un aprendizaje? Tu cuerpo te está avisando.
Todo esto es muy bonito, pero ¿Cómo soluciono esto?
Hay que admitir que a la mayoría nos cuesta horrores poder
salir de ese círculo vicioso negativo una vez que se desencadena. ¿Y qué
hacemos?
Pensemos donde está la clave… pongamos la vista en aquellas
personas a las que siempre vemos saludables ¿Qué denominador común tienen?
Desde mi observación he notado que aquellos seres más
saludables, sobretodo mentalmente, son los optimistas y los niños felices. ¿En
qué coinciden ambos? EN EL BUEN NIVEL DE ENERGÍA VITAL QUE TIENEN!!!!!!!!!!
Exacto!!!!!!!! Tienen en común algo que casi nadie tiene en
cuenta!!!!! LA ENERGÍA.
Mucha gente se ríe de la gente que trabaja con terapias
energéticas o medicinas alternativas como el Reiki, la acupuntura, las Flores
de Bach, la medicina china, etc. Todas son muy buenas para la salud de la
mente, del cuerpo y del espíritu. ¿Por qué? Porque la energía no se ve. Más
allá que yo respeto a todos los que no creen, yo les preguntaría. ¿Vos creés en
Dios? La mayoría me va a decir que sí. Y yo le pregunto ¿Lo podés ver?...
¿Podés ver el amor que le tenés a tus hijos, tus padres o tu pareja? No, y sin
embargo esa energía está ahí inundándonos continuamente de energía positiva.
Porque no pensar que la Gran Fuente de todo lo bueno y lo hermoso, Dios, nos
vive regalando herramientas con las que ayudarnos. Él permite que todos los
días se descubran nuevas medicinas y técnicas para ayudarnos.
Pero ¡¡¡¡OJO!!!!! Tenemos que saber diferenciar entre el
origen y el síntoma. La medicina tradicional, que cada día sobrepasa su
excelencia, muchas veces trata los síntomas. ¿Pero qué pasa si siempre tratamos
los síntomas y no llegamos al origen? Lamentablemente seguiremos enfermos. ¿Cómo
llegamos al origen? Ufffff esta es otra pregunta con la respuesta complicada.
Tenemos que empezar a adentrarnos en nosotros mismos y preguntarnos ¿En qué
estoy fallando para que mi cuerpo se exteriorice de esta forma? A veces es
doloroso, es como meter el dedo en la llaga, porque uno se da cuenta que es
vulnerable, que no es perfecto y no puede tener todo bajo control, que nuestro
cuerpo algún día va a partir. Pero esto en vez de deprimirnos debe
fortalecernos, porque somos nosotros los que elegimos deprimirnos, los que nos
aferramos a los que nos hace mal, somos nosotros los que nos descuidamos, los
que no nos permitimos a amar o a dejar a fluir las cosas lindas en nuestra
vida.
¿Pero cómo hacemos para cambiar nuestra forma de pensar para
modificar los patrones negativos, por positivos? ¿Cómo hacemos para aumentar
nuestra energía vital? Si sos creyente lo primero es recurrir a la Fuente, Dios
tiene toda la energía necesaria. Pero… si no sos creyente no importa, se puede
lograr igual!!!
¿Entonces?...
¿Sabías que está científicamente demostrado que un
pensamiento positivo es 100% más fuerte que uno negativo? Imaginate, tenemos
más de 100 veces más pensamientos negativos que positivos!!!!!!! Ahí vemos lo
equivocados que estamos. Tenemos en la mente tan arraigado el negativismo que
obviamente es muy difícil cambiarlo.
¿Saben cuál la fuerza positiva más potente? Sí señores!!!!
El sentimiento más fuerte es el AMOR.
También podés recurrir a tu familia, a tus amigos. Pero no
te olvides de vos, si te olvidas de vos, que sos el que tiene el problema,
estás frito. Mucha gente se deja para lo último, entonces tu salud también te
dejará en el mismo lugar.
Y acá volvemos con el tema de la autoestima, que es el quid
de la cuestión ¿Cómo hacen aquellos que han sido maltratados de chicos, que los
mata la culpa, que viven tapados por los miedos, que son demasiado exigentes
consigo mismos, que se carcomen la cabeza de preocupaciones, que caen siempre
con la misma piedra…
Un día cayó en mi manos un libro que se llama Usted puede
sanar su vida de Louise Hay, una grosa, y ella da todo un instructivo para
cambiar las pautas de pensamiento mediante afirmaciones. Resumiendo, uno debe
repetirse hasta el cansancio, que se quiere, que se perdona, que se libera de
todo aquello que le hace daño, que se acepta tal cual es. Hay miles de frases
positivas que se pueden repetir. Confieso que al principio uno se siento medio tarado
o inútil repitiendo como un lorito esas frases, pero lo importante es no darse
por vencido, al principio a uno le cuesta creérselo, pero empieza a funcionar
el famoso “inconsciente” en el que se van introduciendo esas ideas de la misma
forma que uno crea todo su sistema de creencias desde que nace. Esas ideas van
metiéndose en nuestra cabeza DELIBERADAMENTE y uno sin darse cuenta va cambiando
su forma de pensar.
No lo voy a negar ES REEEEE DIFICIL, pero uno tiene que ser
más terco, porque si hay algo que alguien no puede hacer por uno, es pensar. No
es fácil cambiarse el disquito que uno se formó durante tantos años.
Una vez vi la película llamada El Secreto, que menciona que
uno atrae todo lo que le sucede en la vida, tanto lo bueno como lo malo. Pues
bien, varias veces me ha pasado que he querido cosas que era dificilísimas,
pero yo estaba tan convencida de que iban a ocurrir, que así pasó. Eso es la
Fe!!!! Que ahora se puso de moda como la Ley de la Atracción, pero no es solo
para aquellas cosas buenas, sino también para las malas. ¿No te pasó nunca de
entrar en una mala racha y decir ayyyyyyy que se termine este mes?!!! ¿Qué otra
cosa mala me puede pasar???? Estamos hablando siempre de energía, del poder de
nuestro pensamiento. La clave está en nosotros en poder revertir lo negativo en
positivo. Si tenemos en cuenta que lo positivo es más fuerte que lo negativo, o
que el bien es más potente que el mal, llevamos una ventaja. Pero la
desventaja, es que tan arraigado tengamos en nosotros los obstáculos.
Un ejercicio que sirve mucho: cuando te sentís agotado,
enojado, angustiado, decepcionado, probá cerrar los ojos y traé a tu mente la
imagen de alguien a quien quieras mucho, e imaginá que le estás diciendo todas
las cosas lindas que sentís y decile en tu mente todo aquello que deseas que
ocurra de bueno en su vida. Con eso primero, cambiás la emoción de negativa a
positiva, y además tu pensamiento empieza a desparramar amor hacia otro. Y por
algo existe la frase TODO LOS QUE DAS VUELVE A UNO MULTIPLICADO. Eso no
solamente te genera cambiar de sintonía sino que además generas una corriente
positiva y vas a sentirte como nuevo en un ratito. No hablemos de los cambios
químicos que se dan en el cuerpo cuando esto sucede… no lo digo yo, lo dicen
todos los médicos…
Otro ejercicio, es visualizar a una persona que te haya hecho
daño, y perdonarla, pensar que debe de haber habido una razón por la cual esa
persona me hizo daño y trato de entenderla, no justificar, pero sí entender.
El perdonar es da un sentimiento de liberación, te quita
peso de encima. Porque depende de uno seguir sintiéndose herido por esa
persona. Si se perdona uno se libra de esa espada de Damocles que taladra silenciosamente.
¿Tenés hijos? ¿Mascotas? Aunque estés fulminado, ponete a
jugar con ellos, los niños y los animales tienen generalmente la energía vital
a tope, y nos contagian. Por otro lado, nos llenamos de inocencia, nos
olvidamos de los problemas y nos llenamos de alegría. La alegría es junto con
el amor una fuente incesante de energía positiva.
Sorprendé a alguien. Agarrá tu agenda y llama por teléfono a
alguien que hace siglos que no ves pero que en su momento te hizo mucho bien.
Hay mil formas… Pero lo importante es que estés dispuesto a
cambiar, a frenar las ideas negativas de tu cabeza, en cuidarte más y cuidar a
los que te rodean, en aceptar lo que la vida te ofrece, que aunque a veces no
te guste, Dios a la larga te muestra que por algo lo hizo, por algo llega gente
a tu vida, y por algo otras se van. Date unos gustitos de vez en cuando,
escuchá los signos de tu cuerpo, liberá de tu mente todo aquello que pasó en tu
pasado y te lastimó, porque es uno el que elige seguir dándole importancia a
algo que ya pasó. Perdonate a vos mismo, tus errores, tus pecados, porque no
somos perfectos y si no nos equivocamos, no aprendemos y si no aprendemos no
evolucionamos, ni maduramos. Bajá el nivel de ansiedad, meditando o haciendo
ejercicio.
Recurramos a las personas que nos quieren, que nos ayudan, o
a aquellos que siempre tienen una sonrisa para levantarnos.
Aprendé a escuchar sin interrumpir y a observar, no sólo
mirar.
Sé honesto, humilde, generoso, luminoso, paciente y persistente.
Y si sos creyente, no te olvides que sos hijo de Dios, ¿Si
Él siempre te perdona, te ama y te espera, como vos no lo vas a ser capaz de
hacerlo con vos mismo?
Aprovechá todo ese hermoso potencial que tenés adentro y
desparramalo al mundo, no te olvides que todo lo bueno que hagas por alguien y
por vos mismo, te sana… todo vuelve!!!!!.